El paciente que es sometido a una cirugía de hernia bajo anestesia local tiene una serie de ventajas. El postoperatorio es más confortable, se altera menos la fisiología del paciente, ocasiona menos angustia, permite al paciente reincorporarse inmediatamente.
Durante la anestesia local solo se "duerme " la zona que se va a operar, para ello al paciente se le administra un sedante corto por parte del anestesiólogo, lo que permite posteriormente administrar la anestesia local, contra lo que se pudiera pensar es una excelente opción para aquellos pacientes muy nerviosos y obviamente los riesgos son menores cuando se utiliza en pacientes con algún otro problema médico como enfermos del corazón, de riñones o de pulmones.